El reencuentro

Hacía tiempo que tenía mi blog completamente abandonado. Tan sólo alguna contestación esporádica al comentario de algunos compañeros, más por educación que por otra cosa. El abandono ha coincidido con muchos cambios en mi vida (profesional, fundamentalmente) y un largo período de inactividad motera, de causas variadas y largas de explicar (o no).

En cualquier caso, la buena noticia para mí es que he vuelto a las andadas. Este mes he puesto en marcha de nuevo mis dos motos, y han venido para quedarse. El jueves 13, aprovechando que tenía una reunión de trabajo en una zona tradicionalmente motera de Valencia, decidí acudir con mi Raclette, mi Kawasaki Z750S (¡cómo me gusta escribir su nombre!), y la reunión fue tan bien, que para celebrarlo decidí darme una vueltecita con mi compañera: Alcublas, La Pobleta, Higueruelas. Muchas curvas, ritmo tranquilo en el reencuentro, incluso un tramo de pista de tres o cuatro kilómetros que me hizo levantar el culo del asiento. Llegué a casa a las 22:30 de la noche con una sonrisa de oreja a oreja.

Sólo cuando he vuelto a conducirla me he dado cuenta de lo mucho que la echaba de menos.

Nos vamos leyendo, amigos .

La Raclette en La Covata, (Parque Eólico de Cerro de la Nevera), su primera salida después de demasiado tiempo

Triumph Tiger 800 XC, rompiendo esquemas.

Aprovechando los Blue Days de Triumph, me acerqué al concesionario de Valencia a probar la nueva Tiger 800 XC. La gran expectación que ha despertado este modelo, junto con mi racional atracción por las trail, me hizo aprovechar esta gran iniciativa del fabricante británico. Las especificaciones de la máquina atraían mi curiosidad de forma casi irresistible: motor DOHC de tres cilindros en línea, 800 cc, 95 CV / 9300 rpm y 79 NM / 7850 rpm; 210 ó 215 kg de peso (según versión) y un precio base de 8.495 € ó 9.395 € (de nuevo según versión), a modo de resumen.

Una vez elegido el modelo a probar, tenía que decidir la versión, pues la pequeña de las Tiger se presenta en dos versiones: la XC, mejor dotada para su utilización off-road y la versión estándar, orientada a usos más asfálticos. La verdad es que había leído por encima algunas de sus diferencias, pero no me quedaban claras del todo, así que acudí a las fichas técnicas de cada una para tener claro entre qué dos máquinas debía decidirme.  Las principales diferencias entre ellas son:

La conducción como reflejo del estado de ánimo

El azar del estado de ánimo

Llevo tiempo dándole vueltas a esta entrada. No es una entrada estrictamente motera, aunque tiene que ver. Tampoco es una entrada sobre la prueba de una moto, o sobre algún equipamiento. Es una reflexión basada en la experiencia de determinados hechos que me ha tocado vivir y su reflejo en mi conducción sobre la moto. Por ello, es una entrada con una cierta carga personal, motivo por el cual me ha resultado algo más… complejo su planteamiento y redacción.

Equipo de frenado delantero Brembo

Montada la bomba Brembo RCS 18/20 y probada ya en salidas y viajes, puedo postear las conclusiones del nuevo equipo de frenos.

Desde hace tiempo que venía con la idea de mejorar la frenada de mi moto, que según viene de serie no es mala, pero sí claramente mejorable. Me di cuenta de ello nada más sacarla del concesionario, pero la experiencia de probar los frenos delanteros de la Honda CBR600RR de Robster, a la cual casi rompo la cúpula de un cabezazo al frenar por primera vez (bueno, he exagerado un poco, pero la sorpresa por la mordiente y la potencia de esos frenos fue mucha) me han empujado a mejorar definitivamente este importante aspecto de mi moto.

Guantes: Rev’it! Alaska GTX

Cuando los moteros nos ponemos místicos solemos decir que nuestra afición es pasión en su estado puro, que las sensaciones que sentimos cuando conducimos nuestras monturas son inexplicables, como si entráramos en estado de trance, y que la satisfacción que experimentamos sobre nuestras máquinas es, como la película, prácticamente magia. Y hasta el más realista y pragmático de los moteros reconoce algo de esto en su propia persona.

Pues bien, el día 20 de noviembre de 2010 tuve una revelación, aunque eso sí, de mística tuvo poco, ya que me vino en forma de de dedos congelados. Ese día disfruté de una fantástica ruta Por las Sierras de Alcaraz y de Segura, y el primer tramo de autovía entre Valencia y Requena, a la temprana hora de las 7:30 de una gélida mañana, me dejaron los dedos insensibles y muy doloridos a causa del frío, a pesar de llevar doble guante. Entonces lo vi claro: necesitaba unos guantes de invierno.

Ruta circular de Valencia a Teruel.

Aprovechando unos días libres, Robster me propuso una salida de día completo. Acordamos un kilometraje moderado, de entre 400 y 500 km, que nos permitiera llevar un ritmo tranquilo, hacer paradas por el camino, disfrutar de unos buenos almuerzo y comida, un paseo por los lugares de interés…

Mis últimas salidas habían recorrido el sur de la provincia, así que a la hora de confeccionar la ruta, pensé en desafiar al frío y mal tiempo que se pronosticaba durante la semana y apuntar nuestras ruedas hacia el norte, poniendo como lugar de comer… Teruel.

Entrenamientos Moto2 y 125cc

El pasado viernes me acerqué en buena compañía al circuito de Cheste para ver qué se cocía en los entrenamientos de Moto2 y 125cc.

Intentamos entrar a la zona de paddock, pero no nos dejaron… ¡una pena!, sobretodo porque el día anterior sí habían dejado. En fin, tuvimos que conformarnos con ver las evoluciones de los pilotos desde la tribuna, ¡que tampoco está nada mal!.

Fue curioso ver compartir pista a ambas categorías. Era divertido ver la facilidad con que una Moto2 se fundía a una 125cc en recta… ¡pero era mucho más divertido ver que la grande no podía con la pequeña en zonas reviradas!. A final de recta de meta, las Moto2 cortaban gas nada más pasar el pórtico de medición de de velocidad punta, mientras que las 125cc lo hacían… ¡al inicio del cebreado de la incorporación del pit lane!. Además, la velocidad de paso por curva era superior en el caso de las 2T, siendo mayor su ventaja cuanto más cerrado era el viraje.

El Ritmo

 

Portada original de "Motorcyclist", #72 de noviembre de 1991

Muchos de vosotros ya conoceréis este fantástico artículo que en su día escribió Nick Ienatsch, ex-colaborador de Motorcyclist Magazine.

Es una filosofía de conducción de motocicleta en carretera que personalmente encuentro más que acertada, habiéndose convertido en mi propia manera de conducir la mayor parte del tiempo que paso sobre mi moto. Difícilmente se puede mejorar este planteamiento en salidas moteras por carretera. Al menos, yo no he encontrado la forma.

Curiosamente, leyendo el original en la revista Motorcyclist, me he dado cuenta que en la traducción al español que solemos manejar por aquí faltaba el último apartado (Relájate y muévela), tan bueno como el resto del artículo, por lo que lo he traducido e incluido en esta entrada, así ya tenemos el artículo completo.

Sin más, os reproduzco el artículo recomendándoos su lectura. No tiene desperdicio:

Manual de Pilotaje del Dr. Infierno

Dr. Infierno

El contenido de este blog es producto de lo que sale de dentro del casco amarillo que podéis ver en algunas de las fotos. Sí, de ese que protege mi cabeza. Contenido original, que suele decirse.

De todas formas, hay ciertas cosas externas que pueden y/o deben formar parte de todo buen blog motero, como por ejemplo las Leyes que nos afectan a la hora de conducir, de circular, a nuestros vehículos… Otro de estos textos que no deberían faltar en ningún blog motero es el excelente Manual de Pilotaje del Dr. Infierno.

Puro Pirineo leridano

Quiero hablaros una ruta que hice el pasado junio. Es una de las mejores rutas que he recorrido en mi vida, y si no digo que es la mejor es porque también las he recorrido de igualmente increíbles por el norte, más claro agua. Absolutamente impresionante desde el primer kilómetro hasta el último. Creo que todo el mundo debería recorrerla alguna vez en la vida. Este es el recorrido en cuestión: